Una de las historias que llamó siempre mi atención del antiguo Egipto fue la relación entre el río Nilo y los astros en la actividad agrícola.
Para los egipcios, esto representó la búsqueda de soluciones prácticas ante el trabajo en el campo y para garantizar la alimentación del pueblo, especialmente para el Faraón. El calendario fue el resultado perfecto para otorgar precisión y éxito a dicha labor.
Tabla de Contenidos
El calendario Egipcio
La observación de los astros y el río fueron los elementos que ayudaron a la medición del tiempo y distinguir a cada etapa. Con la aparición de la estrella Sirio (Sothis) y el aumento del caudal de río comenzaba el primer día del año.
El año contaba con 365 días, 12 meses de 30 días y se añadían 5 más al final del año.
Con la aparición de la estrella Sirio (Sothis) y el aumento del caudal de río comenzaba el primer día del año.
Las estaciones se enmarcaron de acuerdo al estado del Nilo. La inundación o crecida la primera, la segunda la siembra y la tercera la cosecha; cada período de cuatro meses.
Se notó que en cada año había un pequeño retraso en la salida de la estrella, por lo cual cada cuatro años acumulaba un día.
La inundación del Gran Río en Egipto ocurría de junio a octubre y con ello iniciaba la siembra con la tierra blanda y húmeda. Para esta ardua labor el otro gran protagonista era el campesino (fellah).
La actividad agrícola en el Antiguo Egipto
Para abrir los surcos en la tierra el fellah utilizaba bueyes y esparcía las semillas, posteriormente el ganado pisaba el área para enterrarlas mejor. Los principales rubros eran mijo, lino, avena, cebada y trigo.
La cosecha se efectuaba de febrero a junio. La mano de obra eran hombres, mujeres y niños. En mucha ocasiones se buscaba el apoyo de cuadrillas de trabajadores para poder cubrir todo el país.
La cosecha se efectuaba de febrero a junio.
Toda la producción agrícola en Egipto era almacenada en silos construidos de adobe. La producción no era solamente para solventar las necesidades del momento, también para suministrar raciones en período de escasez.
En varias oportunidades hubo períodos de hambruna, ya que las crecidas del Nilo no fueron las esperadas. El bienestar del pueblo dependía de que el río aportara el agua suficiente en cada temporada.
Un relato bíblico es ejemplo de ello, cuando José el hijo de Abraham interpretó los sueños del Faraón egipcio, y predice los siete años de abundancia y los siete años de escasez ; Wilson (1974) comenta al respecto “La leyenda de los siete años de abundancia y los siete de escasez no era una fantasía en Egipto, sino que era siempre una posibilidad amenazadora”. (p.27)
Esto ayudó para almacenar suficiente grano para los años de sequía. Durante ese período, Egipto sirvió de granero para los pueblos cercanos.
El legado egipcio en el presente
La civilización egipcia nos brinda una muestra del pensamiento pragmático del hombre. Todos los esfuerzos consumados ante la adversidad que obligaron a crear instrumentos para organizar y establecer acciones puntuales, los cuales garantizaron cubrir las necesidades básicas de la población.
Estas actuaciones siguen presentes en la sociedad del siglo XXI, el cambio está en las herramientas tecnológicas aplicadas por el hombre.
Por otra parte y para dicha de la humanidad, la naturaleza nos sigue otorgando la oportunidad de obtener los recursos para vivir en tan extraordinario planeta.
Te invito a seguir leyendo acerca de poesía egipcia en Bon Voyage.com.ve
Referencias
Fernández, R. (1991) Así vivían los egipcios. Madrid. España: Grupo Anaya S.A.
Wilson, J. (1974) La Cultura Egipcia. México D.F. México: Fondo de Cultura Económica